En la jornada de ayer vimos, de nuevo, lo fácil que podría solucionarse un problema que, simplemente, no debería ni de existir. El martes Donald Trump nos sorprendía al desechar la idea de despedir a Jerome Powell, presidente de la Fed, y al hablar de la posibilidad de empezar a negociar con China. Literalmente dijo que los aranceles no iban a ser los que había anunciado, que tampoco serían del 0%, pero que serían muy inferiores a ese 145% anunciado. Esto provocó que el mercado rápidamente reaccionara. Las bolsas subieron, el dólar subió, los tipos cayeron y el oro también cayó.
Ayer tuvimos una nueva dosis de estas buenas noticias. China confirmó que estaban en disposición de sentarse a negociar y esto volvió a traer un movimiento similar donde las bolsas subieron, los tipos cayeron, el dólar subió y el oro cayó. Sin embargo, pese a que en realidad no pasó nada más en el día de ayer, el mercado se encontró con una clara resistencia en niveles que ya venían actuando de resistencia durante las últimas semanas. Y es que parece que el nivel de 5.500 para el S&P 500 está pesando mucho a los mercados.
Hay todavía mucha incertidumbre sobre lo que puede pasar y, por desgracia, parece que hemos entrado en una dinámica bajista donde las malas noticias pesan más que las buenas noticias. Lo que hasta ahora tenemos son solo rumores, nada palpable y, por tanto, el mercado prefiere esperar.
Lo que parece estar claro es que, cuanto menos hablen los políticos, mejor. El mercado lo que quiere es que nadie haga nada, que el mercado ponga las cosas en su sitio ya que, aunque nadie sabe lo que va a pasar, seguir las tendencias del mercado es mucho más sencillo que anticipar las erráticas decisiones de un político.
Por desgracia, la legislatura de Trump acaba de empezar y este hombre ha venido a lo que ha venido, a hacer ruido. Por suerte, su equipo de asesores le está recomendando, por no decir suplicando, que frene el carro y esto se está viendo en los últimos dos días. No sabemos hasta dónde puede llegar esto, pero esperamos que los próximos días la cosa se calme un poco.
También es bueno pensar y tener claro que para Trump siempre habrá una salida que justifique todo lo que ha hecho. Por ejemplo, a pesar del daño que está haciendo tanto a la economía global como a los mercados, lo cierto es que hay algo que sí que está consiguiendo tal y como pretendía, que el dólar se hunda. Si Estados Unidos quiere recuperar industria necesita un dólar más débil y, por tanto, esto al menos le está saliendo.
Por ello, perfectamente podría decir, estoy consiguiendo lo que quería, así que voy a dejar un poco en paz al resto de activos. Obviamente, nadie se creería esto de que Trump está consiguiendo lo que quiere, pero eso da igual, lo importante es que nos deje tranquilos.
De cara a la sesión de hoy, los mercados están cotizando con cierta cautela debido a los titulares que esta noche nos hemos encontrado. Ha vuelto a entrar en escena la guerra entre Rusia y Ucrania. Recordemos que el conflicto sigue muy vivo y esos acuerdos de paz que a principios de año parecían estar cerca, ahora parecen estar lejos. Esta noche Trump ha dicho que todo este recrudecimiento es culpa de Zelenski y que tiene un acuerdo de paz, pero que requiere un alto el fuego.
También ha vuelto a insistir que un acuerdo con China depende más de China que de Estados Unidos y ha dicho que más de 90 países han manifestado su interés en llegar un acuerdo. En concreto, esta semana hay planificadas hasta 14 reuniones con otros países y que hay otros 18 países a la espera. Que se cierren estos acuerdos sí que sería algo palpable y positivo que el mercado podría celebrar con subidas realmente duraderas.
Por ahora, tenemos a los futuros americanos con ligeras caídas acompañados de las bolsas europeas.
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