Ayer tuvimos a última hora tuvimos la decisión de tipos de la Fed, la cual fue como se esperaba. Finalmente, el FOMC acordó bajar 25 pb los tipos hasta el rango de 3,75%-4% bajando los tipos por segunda vez consecutiva. Analizando el comunicado podemos percibir esa inseguridad generada por la ausencia de datos oficiales desde hace un mes, especialmente teniendo en cuenta que en los meses de julio y agosto los datos de empleo fueron preocupantes a la vez que la inflación seguía sin enfriarse.
Sin embargo, ya comentamos a principios de semana que había otros datos que seguían reflejando estabilidad en el crecimiento, especialmente por el lado del consumo ya que, a pesar de tener los datos de expectativas del consumidor bajos, las ventas minoristas seguían mostrándose fuertes antes del cierre parcial del gobierno.
Por ello, el mensaje de Powell y, en general, el tono del comunicado oficial apuntaba a la cautela ante la poca visibilidad del rumbo que la economía está tomando. También se mencionó la preocupante subida lenta, pero incesante de la inflación. No obstante, aquí se matizó correctamente que parte de esta inflación se debe al efecto de los aranceles.
Puede parecer que no es relevante, pero sí que lo es puesto que los aranceles tienen un efecto sobre los precios una única vez, es decir, suben cuando se imponen, pero no vuelven a subir al año siguiente. Por tanto, aunque se esté viendo esta subida en los precios en la actualidad, el año que viene este efecto desaparecerá (a menos que se suban nuevamente los aranceles). Lo preocupante viene cuando la subida es generalizada y sistemática, es decir, todos los años suben los precios a una tasa elevada.
De hecho, si observamos las estimaciones de los efectos de los aranceles de la inflación y lo eliminamos de la tasa actual de inflación podemos hacernos una idea de cuál sería la tasa realmente si estos aranceles no existieran. Por ejemplo, la Fed de St. Louis apunta a que los aranceles han elevado entre +0,5 pp (puntos porcentuales) y +0,4 pp. La Fed de Boston apunta a un incremento de entre +0,5 pp y +0,8 pp.
Esto implica que, si actualmente tenemos la tasa de PCE en el 2,7%, teniendo en cuenta estas estimaciones podríamos pensar que, de no ser por la inflación, la tasa realmente sería del 2%. Esta es la tasa realmente a la cual estaría aumentando la inflación, es decir, la tasa a la que están creciendo los precios de manera generalizada y sistemática.
Como decía, la Fed es conocedora totalmente de esto y por ello ayer decidió bajar los tipos una vez más a pesar de que los datos oficiales de inflación y de crecimiento no parecen señalar este como el camino idóneo.
No quiero decir tampoco que la economía necesite un impulso económico por la vía monetaria, pero tampoco podemos decir que, por ahora, la Fed esté aplicando una política expansiva.
La reacción de los mercados fue prácticamente inexistente ya que se prolongaron los movimientos que se estaban viendo durante la jornada. Las bolsas corrigieron ligeramente sus subidas, pero cerraron en positivo, los tipos subían ligeramente y el dólar se mantuvo con caídas.
Hoy hemos conocido los datos preliminares de IPC en España, los cuales se han acelerado un 0,5% mensual llevando la tasa anual al 3,2% frente el 3% del mes pasado. También tenemos datos de PIB en Francia los cuales también han crecido por encima de lo esperado llevando la tasa anual al 0,9%. Siguen siendo datos pobres, pero al menos están por encima de lo esperado y del crecimiento en el trimestre anterior. En breve conoceremos datos de IPC y de PIB de Alemania así como PIB de la Zona Euro. Para esta tarde deberíamos de tener los de PIB, pero debido al cierre parcial del gobierno no los vamos a conocer. Por ello, hoy los ojos estarán puestos en Europa. Por ahora tenemos al Eurostoxx 50 subiendo un 0,08% mientras que los futuros americanos cotizan completamente planos.
