Donald Trump sigue, a pesar de todo, intentando humillar a los que, supuestamente, son sus socios. No solo él, parece que la estrategia de todo el gobierno de Estados Unidos es menospreciar a todo el mundo con la intención de que finalmente estos, humillados y furiosos, se sienten a negociar. No se si en la cabeza de Trump esto tiene sentido, pero cualquiera que haya leído algo sobre persuasión e influencia sabe que tienes que permitir siempre que la otra parte se salve el culo en vez de «besártelo» (cómo ha sugerido Trump en recientes declaraciones), de lo contrario preferirá un suicidio comercial. Como digo, Trump y sus secuaces, especialmente el vicepresidente Vance, están haciendo justo lo contrario, es decir, ridiculizando a aquellos con quienes quiere alcanzar un acuerdo.
Ayer los mercados tuvieron un momento de esperanza en el que las bolsas llegaron incluso a subir más de un 4%. Sin embargo, esto duró poco teniendo en cuenta precisamente esta postura que Trump está adoptando. El problema es que no solo no está dando una salida fácil para sus “contrincantes”, si no que tampoco se la está dando a él mismo. Está siendo tan contundente y directo con sus ideas que va a ser difícil que pueda dar marcha atrás en caso de que sea necesario. Quedaría como un mentiroso, un hipócrita o simplemente un tio que no tiene ni idea de lo que hace. Dudo mucho que Trump quiera quedar así frente al resto del mundo.
Mientras tanto, Europa ya se ha puesto en marcha y está cada vez más cerca de alcanzar acuerdos con otros socios como China. Ante la falta de liderazgo europeo y dada la buena relación entre China y España, nuestro presidente Pedro Sánchez ha decidido tomar iniciativa y ser él quien lidere estas conversaciones. Aunque no queda más remedio que empezar a tomar decisiones como estas ahora que tenemos a Estados Unidos intentando abusar de su posición de poder, conviene no precipitarse. China y Estados Unidos no son sustitutivos. Estados Unidos aporta una divisa fuerte y una capacidad de compra elevado, por lo que es un país que te puede comprar tus bienes y servicios. China, en cambio, es todo lo contrario, es un país al que le puedes comprar barato a costa de desplazar toda la producción que hagas en tu país.
Habrá países como España, mucho más dependientes del sector servicios, que esto no le afecte tanto (aunque obviamente le afectará), pero otros como Alemania o Francia pueden sufrir mucho y necesitar un cambio. No digo que no haya que hacerlo, de hecho, aunque a corto plazo pueda generar tensión en algunas industrias, a la vista está las ventajas de abrir el comercio entre países. Sin embargo, creo que la gente está ya pensando en que nada malo puede pasar si de repente abrimos nuestras puertas totalmente a estos países.
Por otro lado, esta mañana nos hemos despertado con el rumor de que China podría estar vendiendo ingentes cantidades de deuda soberana americana a 10 y 30 años. Esto ha hecho que los tipos llegaran a subir hasta 25 pb llevándolos hasta el 4,50%. La volatilidad también se está notando en los tipos, ayer mismo llegamos a ver cómo los tipos de interés pasaban de caer 10/15 pb a subir 10 pb.
Esto ha afectado notablemente a los futuros americanos, quienes lo último que necesitan ahora es una tendencia alcista en los tipos. Por suerte, los tipos están relajándose y esto está permitiendo que los futuros de renta variable estén subiendo.
Por último, quien está intentando recuperar posiciones tras estos días de volatilidad es el oro. Este ya venía de mostrar una tendencia claramente alcista los últimos meses ante la incesante incertidumbre geopolítica y económica. Ahora que todo ha estallado la primera reacción ha sido correlacionarse con el resto de activos y caer. Veremos si, una vez el miedo se disipa, esta correlación se mantiene o, por el contrario, el oro vuelve a su senda alcista.
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