Ayer tuvimos una jornada marcada de nuevo por los problemas políticos más que por nuevos datos económicos. De hecho, a pesar de que ayer conocimos malos datos tanto de ventas minoristas como de producción industrial, el mercado bailó al son primero de Trump y luego de Powell. Como ya comentamos ayer, el mercado comenzó la sesión preocupado tanto por los resultados empresariales de ASML como por la noticia de esas restricciones que el gobierno de Trump pondrá a Nvidia para la venta de chips a China. Esto llevó a las acciones tanto de ASML como de Nvidia a caer un 6%.
Sin embargo, lo cierto es que la jornada, hasta que llegará Powell, no estaba siendo tan mala en términos de mercado en general. De hecho, el S&P 500 equiponderado hubo momentos en los que subía incluso y las bolsas europeas acabaron planas. El problema era un problema que afectaba específicamente a Nvidia, por contagio al sector de semiconductores y que salpicaba a las empresas tecnológicas en general, pero el resto del mercado estaba relativamente tranquilo.
Fue entonces, ya con las bolsas europeas cerradas, que llegó Powell y dijo que aquí nadie va a bajar tipos, que la cosa no es para tanto. Esto supuso un pequeño jarro de agua fría en las bolsas, quienes agudizaron sus caídas para cerrar en los mínimos del día. Así, el Nasdaq cerró con una caída del 3% y el S&P 500 con una caída del 2,24%. Aunque, de nuevo, el mercado no sufrió tanto. El S&P 500 equiponderado cayó un 1,28% y el Russell 2000 de empresas de pequeña capitalización cayó un 0,94%.
A pesar de que estos comentarios deberían de haber pesado también en el mercado de bonos, los tipos en Estados Unidos cayeron tras estos comentarios. Esto es “buena noticia” ya que quizá estamos ante el techo o, incluso, el tipo máximo descontado por los mercados. La caída de los tipos de ayer se podría explicar precisamente por la caída en las bolsas. Es como si dijeran: mira, dices que no vas a bajar los tipos, pero el mero hecho de decirlo va a afectar a la economía de forma que ahora es más probable que los tengas que bajar.
La visión de Powell parece clara, la Fed no va a bajar tipos a menos que haga falta y no hará falta hasta que sea evidente que el crecimiento económico necesita apoyo. Dicho de otra forma, necesitamos ver que el mercado laboral empieza a agrietarse y que los PMIs caigan de nuevo por debajo de 45. Si los próximos datos van en esta dirección los tipos irán cayendo reflejando unas mayores probabilidades de bajadas de tipos, pero como consecuencia de unas mayores probabilidades de recesión.
En todo este juego donde es precisamente la política la que está pesando en el crecimiento, los inversores siguen huyendo del dólar. Los inversores están huyendo de acciones y bonos estadounidenses y cambiando sus dólares. Y, como ya comentamos ayer, el oro es el claro beneficiado de todo esto. Ayer el oro cerró a 3.350 dólares la onza lo que supone que en el año sube un 26%.
De cara a la sesión de hoy tenemos a los futuros americanos que vienen con subidas superiores al 1% mientras que las bolsas europeas, a pesar de que a última hora las bolsas americanas cayeron, hoy apenas caen un 0,30%. Parece que los inversores siguen confiando en una mejor recuperación de las bolsas europeas. Hoy tendremos la reunión del BCE y se espera que, una vez más, bajen los tipos 25 pb. La duda sigue siendo si seguirá habiendo bajadas o si, en cambio, esta es la última por ahora. Como siempre, mucho ojo a las palabras de Lagarde, quien puede dar pistas sobre los próximos pasos del BCE.
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