La sangre sigue corriendo por el rio a raudales y, aunque obviamente la situación es claramente complicada, no es difícil pensar que igual nos estamos pasando de frenada con todo esto. El claro indicador de esto lo tenemos en el VIX, que representa la volatilidad del S&P 500. Recordemos que la volatilidad es un indicador de la incertidumbre y del miedo, literalmente nos dice el rango de movimientos que se descuenta para el mercado. Cuanto mayor sea la volatilidad mayor será el miedo.
Aquí tenemos dos opciones: nos dejamos llevar por el mercado y nos sumamos al pánico o intentamos mantener la calma y tomar una decisión (que puede ser sencillamente no hacer nada). Ya aviso, la primera opción no debería de ser siquiera una opción, ya que tenemos que mantener la calma. Puede que alguno piense que esto era predecible, pero lo cierto es que si realmente se hubiera podido predecir estas caídas no se habrían evitado, simplemente se habrían producido antes. Para evitar estas caídas tendríamos que haber evitado que pasase lo que pasó y eso si que si, está completamente fuera de nuestro alcance.
Para poder afrontar la segunda opción conviene primero adoptar una correcta mentalidad frente a esto. No voy a decirte que esto ha pasado otras veces, que acabará recuperándose, etc. Eso es como a quien le deja la novia le dicen que habrá otras, no ayuda. Puede parecer muy filosófico, pero lo cierto es que las circunstancias que ocurren no están dentro de aquello que podemos controlar, pero sí que podemos controlar lo que hacemos con estas circunstancias.
Por tanto, tenemos que intentar ser nosotros los que realmente tomamos las decisiones y no nuestras emociones. Llevamos años leyendo y estudiando sobre psicología precisamente para poder afrontar este tipo de situaciones lo mejor posible y, aunque obviamente, no hay una única respuesta a cómo hacerlo, lo último que debemos de hacer es perdernos en la emocionalidad y el miedo. Toca abrocharse el cinturón, pues puede que todavía estemos unas semanas con ese miedo e incertidumbre, pero también hay que ser conscientes del verdadero origen del problema: una decisión política.
El otro día hablábamos de que la comparación con la pandemia no era justa, ya que, aunque la incertidumbre sobre los beneficios y sobre cuándo parará esto es comparable, la solución de la pandemia era muy complicada mientras que la solución de esto es relativamente fácil. Este fin de semana Musk ha dicho que su consejo al presidente es que empiece a negociar un acuerdo con Europa para formar una unión económica similar a la que tienen los países europeos. Lo que supondría esto sería libertad de capitales, mercancías y personas entre Europa y Estados Unidos.
Por desgracia, esto no es lo que quiere Trump y, no se siquiera si los europeos queremos esto. Sin embargo, el hecho de que se pueda empezar a negociar esto sería excepcionalmente bueno. No solo eliminaríamos los problemas que Trump ha generado ahora, si no que entraríamos en una situación incluso mejor de la que teníamos antes.
Y esto lo digo no para generar falsas y excesivamente optimistas expectativas, si no para que se vea lo rápido y “fácil” que puede cambiar esto. Y del mismo modo aviso de que el mercado está muy nervioso y reactivo, por lo que cualquier nueva noticia mala puede provocar otro nuevo zarpazo a la baja. Hoy los mercados vuelven a caer con una fuerza excepcional. Las bolsas europeas caen un 6% y los futuros americanos se dejan otro 5%. Nuevo día difícil, pero toca aguantar.
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