Los mercados parecen ahora más tranquilos ante la bajada de intensidad en el discurso de Trump. El aparente acercamiento entre Estados Unidos y China es una oportunidad para el mercado para poder respirar. Sin embargo, la resistencia sigue estando ahí y los inversores siguen sin verlo todo claro. No solo está sobre la mesa la incertidumbre sobre los posibles cambios en este aparente acercamiento entre ambas potencias, si no que también existe el riesgo de que una recesión sea ya inevitable.
Ya lo hemos comentado en más de una ocasión, los aranceles afectan directamente al consumo y, por tanto, reducen el crecimiento económico. Ayer precisamente conocimos el dato del índice de negocios de la Fed de Dallas y el dato fue bastante malo. La lectura cayó desde -16,3 hasta -35,8, yéndose a mínimos desde la pandemia. Lo que pretende reflejar este dato son las expectativas de los productores manufactureros del estado de Dallas. Concretamente, se les pregunta sobre perspectivas, empleo, precios, etc.
Dentro del informe podemos encontrar algunas comentarios de algunas de las empresas encuestadas y parece que muchos apuntan a que, por mucho que la situación deje de empeorar, el daño ya está hecho. Al fin y al cabo, para que una transacción se de tiene que haber confianza. Si hablamos de una transacción de una única vez como una compra la confianza es confianza en que ambas partes cumplirán con su compromiso. El vendedor dará la mercancía en el estado prometido y el comprador pagará la cantidad acordada. Sin embargo, hay transacciones o relaciones comerciales que requieren de acuerdos a medio/largo plazo y aquí lo más importante es la confianza.
Y lo más problemático de esto es que la confianza cuesta tanto de ganar como de perder, pero cuando se pierde lo hace muy rápido mientras que para ganarla es un proceso muy progresivo de prueba y error. Piénsalo así, cuando tú empiezas a tener una relación personal con alguien no te lanzas directamente a emprender un negocio y confiar ciegamente en él. Será con el paso del tiempo y de que os vayáis conociendo y demostrando que podéis confiar el uno en el otro que se irá creando esa relación. Sin embargo, en cuanto uno traiciona al otro o hace algo lo suficientemente grave como para que se pierda la confianza, la relación se pierde casi por completo y al instante.
Por tanto, la cuestión ahora es si el daño ya está hecho y si, por tanto, la recesión en Estados Unidos está en camino. De ser así, probablemente todavía podamos ver caídas en las bolsas americanas, aunque también caídas en los tipos, algo de lo que tanto Trump, como Bessent, como Powell se van a alegrar. Sea como sea, es importante dejar ya de poner en peligro ese statu quo donde la confianza es la que permite al comercio internacional sostenerse. Es importante que se siga favoreciendo el comercio entre países ya que, de lo contrario, estas posibles recesiones serán peores.
No quería acabar el diario sin obviamente hablar del tema del apagón. Si no hemos centrado el diario en esto es porque a los mercados parece no haberle afectado nada y porque todavía no están claras las causas. No obstante, ya están saliendo a la luz ciertos problemas asociados con la fragilidad que nuestro sistema eléctrico ha ido ganando con el paso de los años. Esta fragilidad ha venido, al parecer, por un mayor peso en la producción de energía solar respecto el total de energía producida.
Esto es fácil decirlo ahora que ha pasado lo que ha pasado, por lo que tampoco creo justo empezar a señalar a nadie, pero sí que creo que este tipo de situaciones han de aprovecharse para analizar y reflexionar sobre los orígenes del problema e intentar solventarlos, independientemente de que implique dar o no la razón a unos u a otros. No podemos permitir que el ego influya en algo tan importante como es el suministro eléctrico.
De cara a la sesión de hoy tenemos a los futuros americanos subiendo y a las bolsas europeas planas.
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