Veníamos de dos semanas en las que los mercados nos tenían acostumbrados a tambalearse en los fines de semana. Este finde, por suerte, ha sido una excepción y, de hecho, aunque también hemos tenido malas noticias procedentes del conflicto en Ucrania, Donald Trump ha anunciado una nueva decisión que ha vuelto a sentar bien a los mercados.
A pesar de que en Europa debería de pesar más la noticia procedente de Ucrania, lo cierto es que tenemos a las bolsas europeas subiendo un 2%. Esto se debe a que, de nuevo, las bolsas americanas pegaron un acelerón cuando las bolsas europeas estaban cerradas, por lo que estas tienen todavía camino que recuperar, pero también por el anuncio de Trump.
En este anuncio Trump afirmó que los aranceles no se iban a aplicar a productos tecnológicos. La intención, obviamente, es que se recibiera el mismo trato por parte de aquellos países a los que se había aplicado aranceles. Recordemos que cuando Trump impone aranceles lo hace a las importaciones, es decir, en principio no debería de afectar a las exportaciones que su país haga de estos productos. Sin embargo, viendo que hay países que planean aplicar aranceles recíprocos, lo que pretende Trump con esto es decirle a estos países: yo no os aplico a los productos tecnológicos y vosotros a mí tampoco.
Esto, como era de esperar, ha sentado muy bien a los mercados, especialmente a los principales índices donde la presencia del sector tecnológico es mucho mayor. También es bueno a nivel económico ya que, dentro de estos productos tecnológicos exentos de pagar aranceles nos encontramos precisamente a los semiconductores. Entre los muchos planes de Trump para Estados Unidos teníamos que quería que el país fuera el sitio perfecto para montar empresas tecnológicas. Para esto, es necesario que sea barato montar todas las infraestructuras necesarias, por lo que imponer aranceles a estos productos supondría poner una zancadilla a estos planes. Al menos en este sentido Trump está siendo coherente.
No obstante, parece que el crecimiento económico va a seguir deteriorándose y, el principal culpable probablemente sea unas expectativas negativas por parte de consumidores y agentes económicos. El viernes tuvimos el dato preliminar de la Universidad de Michigan de expectativas de inflación, expectativas del consumidor y confianza del consumidor. Ambos datos fueron peores de lo esperado. Los encuestados esperan que la inflación media durante los próximos 5 años en Estados Unidos sea del 4,4%. Para hacernos una idea de la magnitud de esto, en los peores momentos de la creciente inflación en 2022 estas expectativas llegaron a estar en el 3,30%. Dicho de otra forma, los consumidores esperan que la inflación los próximos años sea incluso peor que en 2022 y 2023.
Independientemente de lo correcto o incorrecto del razonamiento sobre la relación de lo que está pasando y su efecto en la inflación, el hecho de que se espere esto influye directamente sobre las decisiones de los agentes. Normalmente, en circunstancias de cierto optimismo económico suele provocar que la gente se lance a comprar antes de que los precios suban, provocando precisamente que los precios suban. Sin embargo, puede que pase también lo contrario y que, las expectativas sean tan malas que el consumidor no decida anticiparse, si no simplemente reajustar sus gastos y contar con que va a tener que prescindir de aquellos más prescindibles.
De cara a la sesión de hoy, por la parte de los datos económicos no tendremos muchas noticias, esperemos que tampoco las tengamos por la parte política y, si tienen que venir, que vengan buenas. Por ahora, los mercados suben con fuerza. En Europa las bolsas suben un 2% mientras que los futuros americanos están subiendo cerca del 1,70% a pesar de que el viernes ya subieron un 1,50%. El dólar, por su parte, sigue sin levantar cabeza y los tipos hoy vuelven a subir ligeramente.
Síguenos en X para estar al día de toda la información.
Puedes revisar todos los diarios aquí.